Compartimos un espacio común en múltiples ocasiones, en la calle al aire libre, en las terrazas, en la playa, jugando con tus hijos en el parque. Por eso, es necesario que respetemos como se merece esos espacios de convivencia.
Evita consumir productos del tabaco (cigarrillos, picadura de liar, tabaco calentado) o productos relacionados (cigarrillos electrónicos y hierbas para fumar) en entornos sociales y comunitarios.
La mejor opción es dejarlo y si no lo has hecho aún, respeta en esos espacio a los demás, especialmente a personas vulnerables.
Datos a tener en cuenta.
La exposición al humo ambiental de tabaco genera una importante carga de morbilidad y mortalidad para la población, donde niños y embarazadas constituyen grupos de especial riesgo. Se estima que el número de muertes atribuibles al humo ambiental en España ascendió a 1.028 fallecimientos en 2011. A nivel europeo y respecto a 2017, se estima que 24.000 muertes (0,46% del total de muertes) fueron atribuibles a la exposición al humo ambiental en hogares en los 28 países de la UE, principalmente de EPOC y cardiopatía isquémica.
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